La Martinuca ocupa un pequeño café–bar en la castiza calle Barquillo (nº 11), a caballo entre Salesas y Chueca. Es el “cuartel general” madrileño de una casa volcada en la tortilla de patata: fina, dorada y “yemosa”, que puede comerse en barra, en mesa o pedirse para llevar. Abre en horario continuo de mañana a media tarde y es también punto de recogida de pedidos. Su carta gira, cómo no, alrededor de la tortilla, en versiones clásica (con o sin cebolla) y fórmulas juguetonas: con cebolla confitada, cántabra (con velo y crema suave de bonito en escabeche), con butifarra de perol o con dados de foie. También preparan “bocatas” de tortilla en pan de mollete (con opción sin gluten) y un puñado de platos caseros —ensaladilla, torreznos, tomates aliñados— más postres de recuerdo, como el arroz con leche de la abuela Martina.

El interiorismo, firmado por Francisco Segarra, recrea una taberna luminosa con estanterías, cerámica y aires de casa de campo, un marco sencillo donde la tortilla es la protagonista. El local suele llenarse a la hora del aperitivo, así que conviene ir pronto o con paciencia. Detrás del proyecto está Víctor Naranjo, que convirtió una receta familiar en una marca en expansión desde 2021; hoy La Martinuca combina barra en Barquillo con cocinas para delivery y nuevas aperturas. Entre sus socios mediáticos figura María Pombo, algo que ha dado visibilidad a la propuesta sin moverla de su eje: producto sencillo y bien hecho.
Dirección: C. del Barquillo, 11, Centro, 28004 Madrid
Teléfono: 669640948